Mujer Roble
Mamá Amparito falleció en enero... un dos de enero de hace seis años. Su estado de salud había decaído en los últimos cuatro años. El roble que parecía agarrar a toda la familia, de pronto perdió fuerza y vigor. La veíamos sentada frente al televisor en esa silla blanca de plástico. Se tapaba con un chal, se acurrucaba y esos ojos azul profundo se desvanecían entre cabeceadas de sueño interminable. Tenía una programación selecta y preferida. Después de tomar su café con leche y pan dulce, en esa taza color verde que aún conservamos, se paraba de la mesa para ir directo a la sala, donde reposaba el almuerzo y veía la televisión en el canal 11. Terminaba algún programa y/o película y entonces desayunaba bien: huevito, leche, pan, un guisadito del día anterior. Todo en perfecto silencio, si a caso el arrastrar de sus chanclitas rompía el sigilo de su cálida casa. De pronto recordaba alguna vieja canción y la silbaba, en algunas partes la entonaba a pecho vivo y volvía a silbar....