Niñita reportera
Tacón, vestido, bolsa, labios carmín y lap top del lado izquierdo. Del otro, loncherita de Peppa Pig con un refrigerio, y mochilita de princesas con juguetitos. Cobijita rosa, y niña de dos años en brazos cargando al cachorro de Bubble Guppies.
Se registró, tomó el boletín y se sentó al fondo, cerca de la puerta y lejos de los camarógrafos. Sabía que la niña haría ruido. La penumbra del Lunario ayudaba a que la pequeña pasara inadvertida. Extendió la cobija en el suelo, sentó a la niña y sacó el tupper con las uvitas cortadas en finos pedazos para que las deglutiera en silencio. "Mamá, ¿quieres?" - no, tú. y llevaba el índice a la boca en señal de silencio. La niña entendía.
Antes de salir de casa, el drama de siempre con los vestidos. "¨¡Este no mamá!". Pero ella no le hizo caso. Comenzó la conferencia. Los nominados, un video espectacular que dejó a la niña impávida, como cuando va al cine. Callada. Sacó de la mochilita de princesas unos juguetes. Armó una torre "¡Mira mamá! ¡se cayó!" Ella sonreía al mismo tiempo que le exigía silencio y compostura.
Al frente de todos Roy Campos explicaba la mecánica de los nominados a las Lunas del Auditorio, daba cifras. Luis de Llano complementaba la información y decía que este año sería posible ver el show en streaming. "Este año tenemos 106 nominados en 21 categorías", decía Francisco Serrano,director de desarrollo corporativo. Ella tomaba notas con cualquier garabato apenas entendible y veía a la niña.La sesión de preguntas. Ella debía preguntar algo, pero no lo hizo porque la pequeña no la dejaría y sería en centro de atención, cosa que no debía permitirse.
Una mujer corpulenta del cuerpo de seguridad sostenía un radio con firmeza, molesta ante la presencia de la niña. De reojo veía a la madre y a la niña y esbozaba un gesto de desaprobación. El muñeco de Bubble Guppies de pronto fue arrojado por la niña en un juego de llamar la atención, lo que provocó molestia de la mujer quien tomó al peluche y lo puso con las cosas de la niñita. "Alguien se puede caer", le advirtió a la mamá con voz seria. Ella agradeció el gesto y tomó su actitud como natural de alguien que no tiene niños en casa.
La pequeña comenzó a alzarse el vestido "Este no mamá". Quiso evitar el bochorno y salió con ella al pasillo donde le mostró en un espejo enorme cómo se veía. "yo también traigo vestido", le dijo sin convencerla.- "Mamá, pipí". Luego de lavarle las manos con abundante jabón como le gusta, volvieron a la conferencia de prensa.
Apenas se había sentado a seguir tomando notas cuando... -"Mamá, popó". Volvió a salir al sanitario con la nena. Nada. Ella quería lavarse las manos. Jugar. Lo hizo. Ella le dijo "No hagas ruido, ya casi nos vamos". Una vocecita infantil y tierna asomó un -"sí mamá". Regresaron al evento. Tomó unas galletas María, le ofreció a la pequeña, quien tomó dos. "Para ti mamá", y le extendió el bracito con la galleta. -"Gracias Regina" y le estampó un beso en la frente.
La conferencia seguía en la sesión de preguntas, "¿quién llevará la conducción?- Paola Rojas", respondió Luis de Llano. La pequeñita comenzó a aburrirse. "Ya vámonos mamá!" "vámonos a la casa", reclamaba con voz firme. Ella sabía que era el momento de hacerlo o sería presa fácil. Ya tenía el comunicado de prensa, había tomado notas y las preguntas que hacían sus colegas no representaban mayor dato que el ya publicado en el boletín. Al menos para el portal donde escribe.
Guardó sus cosas, la pequeña le ayudó con sus juguetes y su lunch. Además tomó en brazos al Cachorro Bubble y esperó a su mamá. Salieron tomadas de la mano como dos grandes amigas que van a tomar un chocolatito y un café. Hoy fue así. Un día atípico. Juro que no lo habría hecho de no haber sido porque me enteré del evento una hora y media antes y no tenía con quién dejarla. Regina aún no tiene guardería por cuestiones administrativas. Cuando vean a una mamá con un niño en un lugar no apto, por favor traten (traten) de ser comprensivos. En mi caso fui prudente y supe hasta dónde podía y debía estar.
Reginita, te amo mucho. .
Se registró, tomó el boletín y se sentó al fondo, cerca de la puerta y lejos de los camarógrafos. Sabía que la niña haría ruido. La penumbra del Lunario ayudaba a que la pequeña pasara inadvertida. Extendió la cobija en el suelo, sentó a la niña y sacó el tupper con las uvitas cortadas en finos pedazos para que las deglutiera en silencio. "Mamá, ¿quieres?" - no, tú. y llevaba el índice a la boca en señal de silencio. La niña entendía.
Antes de salir de casa, el drama de siempre con los vestidos. "¨¡Este no mamá!". Pero ella no le hizo caso. Comenzó la conferencia. Los nominados, un video espectacular que dejó a la niña impávida, como cuando va al cine. Callada. Sacó de la mochilita de princesas unos juguetes. Armó una torre "¡Mira mamá! ¡se cayó!" Ella sonreía al mismo tiempo que le exigía silencio y compostura.
Al frente de todos Roy Campos explicaba la mecánica de los nominados a las Lunas del Auditorio, daba cifras. Luis de Llano complementaba la información y decía que este año sería posible ver el show en streaming. "Este año tenemos 106 nominados en 21 categorías", decía Francisco Serrano,director de desarrollo corporativo. Ella tomaba notas con cualquier garabato apenas entendible y veía a la niña.La sesión de preguntas. Ella debía preguntar algo, pero no lo hizo porque la pequeña no la dejaría y sería en centro de atención, cosa que no debía permitirse.
Una mujer corpulenta del cuerpo de seguridad sostenía un radio con firmeza, molesta ante la presencia de la niña. De reojo veía a la madre y a la niña y esbozaba un gesto de desaprobación. El muñeco de Bubble Guppies de pronto fue arrojado por la niña en un juego de llamar la atención, lo que provocó molestia de la mujer quien tomó al peluche y lo puso con las cosas de la niñita. "Alguien se puede caer", le advirtió a la mamá con voz seria. Ella agradeció el gesto y tomó su actitud como natural de alguien que no tiene niños en casa.
La pequeña comenzó a alzarse el vestido "Este no mamá". Quiso evitar el bochorno y salió con ella al pasillo donde le mostró en un espejo enorme cómo se veía. "yo también traigo vestido", le dijo sin convencerla.- "Mamá, pipí". Luego de lavarle las manos con abundante jabón como le gusta, volvieron a la conferencia de prensa.
Apenas se había sentado a seguir tomando notas cuando... -"Mamá, popó". Volvió a salir al sanitario con la nena. Nada. Ella quería lavarse las manos. Jugar. Lo hizo. Ella le dijo "No hagas ruido, ya casi nos vamos". Una vocecita infantil y tierna asomó un -"sí mamá". Regresaron al evento. Tomó unas galletas María, le ofreció a la pequeña, quien tomó dos. "Para ti mamá", y le extendió el bracito con la galleta. -"Gracias Regina" y le estampó un beso en la frente.
La conferencia seguía en la sesión de preguntas, "¿quién llevará la conducción?- Paola Rojas", respondió Luis de Llano. La pequeñita comenzó a aburrirse. "Ya vámonos mamá!" "vámonos a la casa", reclamaba con voz firme. Ella sabía que era el momento de hacerlo o sería presa fácil. Ya tenía el comunicado de prensa, había tomado notas y las preguntas que hacían sus colegas no representaban mayor dato que el ya publicado en el boletín. Al menos para el portal donde escribe.
Guardó sus cosas, la pequeña le ayudó con sus juguetes y su lunch. Además tomó en brazos al Cachorro Bubble y esperó a su mamá. Salieron tomadas de la mano como dos grandes amigas que van a tomar un chocolatito y un café. Hoy fue así. Un día atípico. Juro que no lo habría hecho de no haber sido porque me enteré del evento una hora y media antes y no tenía con quién dejarla. Regina aún no tiene guardería por cuestiones administrativas. Cuando vean a una mamá con un niño en un lugar no apto, por favor traten (traten) de ser comprensivos. En mi caso fui prudente y supe hasta dónde podía y debía estar.
Reginita, te amo mucho. .
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