Día Internacional de la Mujer.

Hoy, 8 de marzo de 2010, es el Día Internacional de la Mujer. ¿Se debería felicitar a toda mujer que veamos hoy? Yo me he reservado mi derecho, pues más que una fecha comercial o de felicitación, creo que esas mujeres obreras de Nueva York, por quienes se instauró este día internacional, pedían una reivindicación social, pedían salarios justos, mayores oportunidades de empleo y crecimiento. Pedían no ser relegadas ni olvidadas.

La sociedad mexicana ha sido presa de múltiples hombres y mujeres que fomentan el machismo y la desigualdad empezando por sus casas, cuando antes de comer, la mamá le pide a la niña que ponga la mesa, mientras que el niño juega o ve televisión. Es un acto inconsciente, pero que sin duda, marca el comportamiento de todos en general: desde las abuelas, pasando por las mamás e hijas.

Este 8 de marzo es más bien para replantear el papel de la mujer en los diversos ámbitos en que se desenvuelve: madre, profesionista, ama de casa, hija, pareja; mujer. Es tiempo entonces, y no sólo por hoy, sino de ahora en adelante, de ver por nosotras, de mirar hacia un futuro en el cual no seamos vistas como simples fábricas de hijos y comida.

Pensemos en cómo nos gustaría que vivieran nuestras hijas y nietas, si en una sociedad donde el hombre puede impunemente ejercer violencia emocional, física, verbal y/o psicológica, donde la mujer es la que ve a los hijos hasta el final de sus días y el padre sólo se encarga de la cuestión económica, o bien, si queremos que nuestras hijas, nietas y nosotras mismas, vivamos en una sociedad con equidad, lo cual no quiere decir erradicar lo cortés y lo educados que deben ser los caballeros.

Esto es un llamado a todas las mujeres, a los hombres también, pues hay que reconocer ampliamente a quienes comparten la responsabilidad de los hijos, la casa y la comida, para replantear el papel de la mujer en cada uno de nuestros hogares, oficinas y escuelas.

No es un llamado al feminismo de hueso colorado, pues está comprobado que los excesos nunca llevan a algo bueno, es más bien un mensaje para que, de ser posible, desde este momento pensemos en cómo estamos educando a nuestros hijos, en cómo y por qué le estamos enseñando a las niñas a cocinar y poner la mesa y a los niños a dedicarse a jugar sin responsabilidad alguna. Eso sólo es un ejemplo de lo grande que puede llegar a ser un problema de equidad.

Pensemos en las mujeres que han sido víctimas de acoso sexual, de violencia intrafamiliar, y de pareja, incluso la que se ejerce de manera sutil, y de todas maneras es violencia.

Recordemos a las grandes mujeres de la historia de la humanidad como Sor Juana Inés de la Cruz, Margaret Thatcher, Indira Gandhi, Rigoberta Menchú, Eva Perón, entre muchísimas otras mujeres que han dado la pauta para ese gran paso de la mujer a un papel más destacado en la sociedad, con los mismos derechos, con más equidad.

Es momento ya de erradicar ese machismo que por siglos ha tenido a nuestro país en un círculo vicioso del cual no podemos salir. Es tiempo de cambiar, de ver en cada una de nosotras a un ser humano capaz de hacer mucho más de lo que se piensa.

Tenemos la libertad de elegir cómo vivir, tengamos la misma libertad para decidir que de ahora en adelante ni una más se quedará callada al sufrir cualquier tipo de violencia, que ninguna de nosotras permitirá un acto de machismo. No fuimos creadas para estar "atrás del hombre", sino a un lado, compartiendo los mismos derechos y obligaciones.

Que este Día Internacional de la Mujer no sea visto como una vanalidad de la sociedad, ni como un capricho feminista, tampoco que sea visto como un día comercial, pues no lo es: para eso está el 10 de mayo y los cumpleaños.

Es tiempo entonces de reivindicarnos, y eso es con ayuda de todos, pues hemos nacido de una mujer, tenemos hermanas, hijas, sobrinas, primas, que viven una realidad de desigualdad.

Por ello hago un atento llamado a todos quienes lean esto, a pensar en cómo queremos esta sociedad en un futuro. México sí está preparado para este cambio social y es momento de iniciarlo. Basta de desigualdad, de machsimo, de violencia.

Por nosotras, por ustedes, por todos: Es momento de cambiar.