lunes, 23 de noviembre de 2009

El amor en los tiempos de Mamá Amparito


El amor de antes se daba en los parques. Y no con espectáculos de sexo en plena banquita. Las mujeres de antes conocían a sus esposos en los parques, cuando paseaban alrededor del quiosco.  Ellas a la derecha y ellos hacia la izquierda (o viceversa, no lo recuerdo). Salían pocas veces y eso bajo la supervisión de un chaperón. Los novios de antes se veían durante dos horas en casa de ella, platicaban, intimaban en familia hasta que decidían casarse y para ello, aún había que esperar que los papás de ella definieran las fechas.

Había una etapa de cortejo de uno, dos o tres meses en los que no había besos ni nada parecido. Salían al parque, a caminar, a tomar un helado y de regreso, nunca solos. El amor era más puro, había la oportunidad de enamorarse poco a poco, de conocer al otro palmo a palmo.

Eran epocas en que las damas se vestían con vestidos o faldas debajo de la rodilla, blusas de mangas largas, nunca para enseñar más allá de lo que el hombre viera en la intimidad, pues el acto que consumaba el amor era sólo entre dos personas en un lugar solos.

Eran tiempos en que el amor se daba en familia y no había la libertad absoluta de salir a tomar un café, a cenar, al cine, a bailar, con los amigos. La vida social del México de antes era así. La gente era más tranquila, no había tanta inseguridad como ahora y el amor quizá era más puro.

Así es como Mamá Amparito me contó que era el amor en sus tiempos. "Fuma deseo y olerás a poleo", me recomendaba. "Las muchachas de ahora son muy alocadas, quieren vivir la vida de un sorbo; no se dan a desear, andan de locas como si no hubiera alguien detrás de ellas. Confunden la libertad con el libertinaje".

Un día, luego que Pepe sellara mis labios con mi primer beso, Mamá Amparito me dijo fúrica que no era correcto..  y fue entonces cuando supe que el amor en sus tiempos se daba de manera lenta.

El cortejo, el enamoramiento y el noviazgo eran tres pasos bien definidos en tiempo y forma. Con el paso del tiempo y la liberación femenina se difuminaron, se transformaron para dar paso a las relaciones efímeras de ahora. Esas cuyo enamoramiento dura los primeros cinco meses, el cortejo está implícito en el noviazgo y el enamoramiento se da dentro del segundo.

El amor de hoy es exprés, en fa, en hot, en chinga, ya terminó el la primera letra de este texto. Vivimos en una sociedad poco preocupada por el amor, por el afecto, por la pasión. Se nos ha olvidado que el amor es lo que mueve al mundo.



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